Claudio Jurado Pulgarín, 2º Premio-ex aequo- Searus-1981


CLAUDIO JURADO PULGARÍN
Claudio Jurado Pulgarín
Foto: 25 años de Poesía Searus


Nota Biográfica

          CLAUDIO JURADO PULGARÍN nació en Fuente-Obejuna en 1942 en el seno de una familia de agricultores y ganaderos, lo que le permitió en su juventud arar las tierras con yunta y vertedera y llevar las ovejas de careo por los rastrojos de la bellísima y apacible aldea de Piconcillo.
          Siempre ha ejercido la enseñanza en colegios públicos de Sevilla, Cádiz y Granada. Actualmente explica lengua y literatura en el I.E.S “Lope de Vega” de Fuente-Obejuna.
          De su libro Sombras del Aire, publicado en Cádiz en los ochenta, obtuvieron sus poemas infantiles el PREMIO ANTONIO MACHADO, convocado por la Junta de Andalucía. Se siente orgulloso, también, del PREMIO “SEARUS” de Los Palacios y Villafranca y del PREMIO ATENEO GADITANO entre otros.
          Ha participado en numerosos actos culturales como conferenciante y tiene esparcidos sus escritos por revistas y postales.
          Es un hombre muy propenso al Amor.

Reseña biográfica tomada de la Antología 25 años de Poesía Searus, 2002



Obra: “TRISTEZA Y OLVIDO EN LAS VIOLETAS”
2º Premio-"ex aequo", IV Certamen de Poesía Searus, 1981

                                               A los ojos de Toñi Rojas Ruíz



                                       La huella de tu vida
                                      en mis aires cansados.



          PRÓLOGO

Aquí estoy. Transparente.
Hecho hondura de lágrimas
por tu valle perdido.

El valle que recoge
el dolor de la lluvia
sin entender las nubes.

Aquí estoy. Transparente
de llanto incomprendido,
de sombras y de luces.

De Tristeza caída
Por las hojas violetas
de la entraña del libro.

En la fuente del tiempo
Dice la vida vieja
su canción de olvido.


          ÁNGELUS

La plaza se quedó sin esperanzas.
Y el fuego blanco recurrió a la estrella.

He aquí desnuda un alma enamorada.
Se entristecieron todas las violetas.

Tu balcón se hizo sombras.
Y habitó en mí la pena.


HAN DESBORDADO TODAS LAS DISTANCIAS
los ríos de mi sangre,
de tu ausencia.
Ya sé que eres lejana
y eres llanto
de nardos y noviembres,
de ternura azulada
y de violetas.

Recuérdame en la hondura de tus ojos
Cuando caigan las tardes en la sierra.


          EPÍLOGO

El amargo sabor de la distancia,
el aire que te aleja…

Mi corazón es vuelo de la altura
y llano de tu vuelta…

He sentido en tus últimas miradas
una llama de olvido y de tristeza…

Han desbordado todas las distancias
los ríos de mi sangre
de tu ausencia.
Ya sé que eres lejana
y eres llanto
de nardos y noviembres,
de ternura azulada
y de violetas.

Recuérdeme en la hondura de tus ojos
Cuando caigan las tardes en la sierra.

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